viernes, 16 de abril de 2010

La Ley Seca

Una de las leyes más absurdas, estúpidas y contraproducentes que se han dictado a lo largo de la historia de los Estados Unidos, fue la que se ha dado en llamar Ley Seca, aunque su nombre oficial fue la enmienda 18 o ley Volstead en honor al "genio" que presidia el Comite Judicial de la Casa Blanca. en aquel momento. Segun la nueva enmienda constitucional, la venta de bebidas alcoholicas "minaba la cohesión familiar" y "ponia en peligro las instituciones. Así con una ingenuidad digna de una borrachera, pero de gaseosa, se les ocurrió que de esa manera los índices de alcoholismo disminuirían exponencialmente. El argumento básico era "si no hay oferta no hay demanda". Craso error.


Lo más evidente que olvidaron los legisladores estadounidenses fue que Estados Unidos no es una isla. A sus once mil kilometros de frontera hay que unirle casi veinte mil kilometros de costas, demasiado para poder controlar con eficacia. Un floreciente contrabando por esas extensas fronteras ,fue uno de los primeros resultados de la prohibición, pero no fue el peor. Las destilerias clandestinas empezaron a producir alcohol de pésima calidad o directamente puro veneno que te mataba o en el "mejor" de los casos te dejaba ciego (quiero decir invidente). Por otro lado el mercado negro fue acaparado por mafiosos de procedencia italiana como Al Capone, que a base de dolares y plomo se convirtieron en un grave problema en las siguientes décadas.

El crack bursatil de 1929 y sus consecuencias, aumentaron el problema, sobre todo cuando miles de desempleados se unieron al lucrativo negocio del alcohol ilegal como única forma de sobrevivir. Otro efecto de dicha crisis fue un aumento expectacular en el numero de alcoholicos. De modo que la prohibición estaba trayendo más calamidades que beneficios. Todo esto duró hasta 1933 cuando el senado de EEUU derogó la Ley Seca mediante la enmienda 21, con la ironía de que el presidente en aquel momento, Franklin D. Roosevelt era abstemio. Por otro lado los legisladores que habían estado a favor de la Ley Seca fueron acusados de estar en complicidad con el crimen organizado, el cual era para entonces el principal beneficiado.

Los paralelismos entre la Ley Seca y la actual legislación contra el cáñamo son más que evidentes, aunque a nuestros legisladores parece no importarles. Una persecución cara e inútil con unas consecuencias nefastas.En términos sociales, para acabar, la experiencia prohibicionista fue una catástrofe. Produjo un cambio cualitativo y permanente en el calibre y la sofisticación del crimen organizado. La Ley Seca generó enormes fondos que luego fueron reinvertidos en otras formas criminales a gran escala, como el juego, la prostitución, la extorsión laboral y el tráfico de drogas. Y a día de hoy seguimos sufriendo las consecuencias de ese tipo políticas inútiles y represivas.