viernes, 29 de enero de 2010

La pierna rota



Cuentan que un médico recibió la siguiente carta de un amigo del que hacia bastantes años que no tenía noticias:
"Querido amigo, hace cuatro días me caí por un barranco y me rompí una pierna, pero gracias a un par de libras de cañamo quedó sanada en una hora. Tu que eres médico seguro conoceras mejor que yo las virtudes del cañamo".


El médico totalmente asombrado por la milagrosa curación cañamera de su amigo, empezó a escribir una obra que explicaba con pelos y señales la virtud del cañamo en los golpes contundentes; con la luxaciones y torceduras: la facilidad con que unía huesos el jugo cañamoso; los beneficios de las cataplasmas hechas con sus hojas y otras cosas por el estilo hasta completar cuatro volúmenes de unas quinientas páginas cada una.Cuando ya tenía apunto su voluminosa obra recibió otra carta de su accidentado amigo que decía lo siguiente

"Te escribo para aclararte mi estado de salud después de mi carta anterior. Y es que yo perdi una pierna en la guerra y me compré una de palo, que fue la que se rompió en mi caída por el barranco y que gracias a un rollo de cuerda de cáñamo
bien apretado quedó tan útil como antes. Te escribo esta para que no te rompas la sesos en averiguar los beneficios de cáñamo, que te conozco y eres capaz de escribir una enciclopedia".

Y es que es lo que yo digo, que está muy bien que la marihuana sea medicinal pero yo  de momento  la quiero solo para fumar.